martes, 21 de octubre de 2008

Práctica sobre la Ética empresarial.

Pero, no hace falta irse tan lejos, las cadenas de televisión españolas realizan campañas de sensibilización sobre multitud de temas sociales, los periódicos realizan artículos en profundidad sobre los males de nuestra sociedad. Incluso los periódicos gratuitos también exponen multitud de artículos para la concienciación. ¿Por qué sacralizar a los medios de comunicación? Es que alguien ha dicho que los medios de comunicación sean malos. Lo único que se les puede denostar, tal vez, que lo hagan con una intención economicista ya que realizándolo, puedan tener mayores ingresos al mejorar la imagen que se percibe de ese medio de comunicación. Pero esta cuestión, tampoco es mala del todo. Ojala, la sociedad dejará de pedir ver insulsos reality-shows para querer ver programas en los que se refleje toda la cruda realidad. En este caso lo medios de comunicación serían simplemente los altavoces de tal situación. ¿No cambiarían sus parrillas de programación?

Ética empresarial hace referencia a la consideración ética de los actos humanos en un ámbito específico: el de la empresa. No se trata, por consiguiente, de la ética de la institución empresarial, ya que ésta carece de personalidad moral, sino de la ética de los individuos implicados en la gestión empresarial. Por tanto la ética empresarial no es más que la aplicación de patrones morales a las acciones de la empresa. La ética empresarial es la ética aplicada al mundo de la empresa, no es más.
¿Se pueden etiquetar, clasificar los comportamientos empresariales en relación a la ética? Según Carrol (que relaciona la ética y el comportamiento empresarial) sugiere una clasificación, así opina que las actitudes de las organizaciones de los negocios entran en alguna de las 3 siguientes categorías: Moral, amoral e inmoral. La dirección de una empresa se puede clasificar en 3 grandes grupos:
Ø Dirección Moral: Busca el éxito siempre que le permita a la empresa mantenerse dentro de los preceptos de conducta (éticos, morales) aceptados por la sociedad. Cuando la ley se considera un mínimo a cumplir, es decir, porque además se cumplen otros preceptos. La Dirección moral persiguiría 3 objetivos:
Rentabilidad: Pero no a cualquier precio, sino la suficiente, hay cosas que no se hacen independientemente de los resultados.
Legalidad. La ley se considera un mínimo a cumplir de estándares éticos.
Responsabilidad. Va más allá de la ley, se es responsable socialmente.
Sigue no solo la letra de la ley sino el espíritu para el que han sido creadas las leyes.
El directivo moral desea el éxito, pero busca conseguirlo sólo bajo parámetros éticos y los ideales de justicia. Como resultado, el directivo moral persigue propósitos objetivos que incluyen simultáneamente obtener beneficios y entablar compromisos legales y éticos. Sigue no sólo la letra, sino el espíritu de la leyes, y reconoce que el directivo moral debe situarse muy por encima de la ley.
Ø Dirección Innmoral: (no le importan los medios para conseguir cualquier fin) Busca el éxito a cualquier precio. El objetivo básico que persigue es la rentabilidad. Las leyes se consideran como un obstáculo a superar en la búsqueda de dinero, de la rentabilidad. Persigue:
Rentabilidad sólo.
Esta perspectiva se caracteriza principal o exclusivamente por el énfasis a toda costa en el beneficio y éxito de la compañía, carece de interés acerca de los deseos de otros hacia ser tratados honradamente, considerando las leyes como obstáculos a ser superados y existe un consentimiento a “tomar atajos”. La clave que dirige el directivo inmoral es: ¿podemos hacer dinero con esta acción, decisión o conducta?
Ø Dirección Amoral. Aunque situado entre las otras dos formas, no es un punto central en una línea continua. La dirección amoral es diferente por su propia naturaleza. Persigue:
La rentabilidad.
Cumple estrictamente la legalidad vigente. No trata de saltarse la ley. Es una condición necesaria a cumplir pero luego va a intentar conseguir solamente la rentabilidad.
La dirección amoral busca el éxito y la rentabilidad, manteniéndose dentro de las reglas del mercado y las normas legales. Se respeta estrictamente la letra de la ley. Los directivos amorales persiguen la rentabilidad como objetivo y de forma intencionada o no prestan poca atención a los impactos de sus comportamientos sobre los demás. La pregunta básica que dicta su comportamiento es ¿siguiendo la letra de la ley podemos hacer dinero con esta acción, decisión o comportamiento?
Presenta 2 variantes:
Dirección amoral intencional que considera que la ética no es una cuestión empresarial y por lo tanto se ignora.
Dirección amoral causal que la ética no se incluye como variable ya que se piensa que las acciones empresariales no tienen efectos secundarios sobre la sociedad y sus miembros.
Se respeta estrictamente la letra de la ley (no el espíritu de la ley).
Carroll cree que este tipo, de dirección amoral, es el que predomina en las organizaciones, aunque es la dirección moral la adecuada a largo plazo para el interés de la organización.
La clasificación de Carroll tiene varias aplicaciones importantes. La primera es la de no ser simplista. No considera que una organización será buena o mala, éticamente hablando, de forma forzosa. La empresa puede situarse en zona intermedia, graduando sus actitudes y valores respecto a valores y sociedad.
Los contenidos de cada tipo de dirección no son homogéneos. La variación no está únicamente en los conceptos reflejados como básicos para la gestión, sino en el distinto significado e importancia que se da a los mismos. La legalidad es respetada en todos los estilos, pero es interpretada de manera no coincidente. En la forma inmoral, se buscan los flecos de la ley en todo lo que trate de limitaciones a las acciones directivas; en la amoral se cumple estrictamente lo dispuesto en normas de cualquier rango; en la moral se superan las exigencias y se actúa en campos sociales aun cuando no nos obligue la ley.
Distinción entre comportamientos morales y éticos de la empresa de los comportamientos guiados por la pseudoética (Que no llega a ser ética). Pseudoética es una interpretación interesada, cómoda y simplista de la idea de moral
La pseudoética se caracteriza pro los siguientes rasgos:
Ø Economicismo: Un directivo diría “tenemos que ser éticos porque es lo económicamente rentable”, no encierra por tanto una preocupación verdadera por la ética.
Ø Legalismo: Mide la calidad ética de los comportamientos de acuerdo con el grado de adaptación a la legalidad vigente. Pero ¿Todo lo ético es legal? No. Ni todo lo legal es ético. Existen países en los que las leyes no son justas.
Ø Conformismo social: Supone aceptar el criterio de la mayoría para medir la bondad o maldad de las acciones.

Fuente: Carroll, A.B. (1999): “Corporate Social Responsability. Evolution of a Definitional Construct”. Business and Socienty, vol 38, nº 3 de septiembre.


Pedro Javier Martínez López

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