martes, 21 de octubre de 2008

Práctica sobre Ética y ética de la empresa

En primer lugar, los supuestos del mercado real de Del Arco, son los supuestos del mercado en competencia perfecta, aunque falta uno: ningún comprador ni ningún vendedor pueden llegar a tratos entre ellos. El mercado en competencia perfecta, en la realidad no se da en ningún mercado, tal vez, solamente se dé en los mercados agrícolas y en los de una acción. En este tipo de mercados, en teoría, el beneficio que tienen los empresarios es nulo y por la alta competencia, la Responsabilidad Social no tendría cabida. Sin embargo, es el mercado ideal para el consumidor ya que los empresarios no pueden tener ningún poder a la hora de imponer precios, si alguno intenta imponer un precio más alto, la información perfecta hará que todos los consumidores lo conozcan y no le compren ningún producto.
El gran problema de la ética de la empresa y de la Responsabilidad Social en las empresas se basa en los siguientes motivos:
¨ La ética tiene un componente individual. Cada persona, por su educación, por sus experiencias, por su situación económica y familiar, modifica sus actitudes, que nunca podrán ser exactamente iguales a los de otro individuo.
¨ El directivo es responsable con sus acciones ante muchas personas: ante sus clientes, que esperan que no se les engañe y se les dé un producto correspondiente al precio que pagan: ante los proveedores, con los que debe mantener unas relaciones de confianza, fidelidad y pronto pago; ante sus empleados, manteniendo sus puestos de trabajo, generando un buen clima laboral y suministrando los medios de pago precisos para una vida digna; ante la sociedad, ante el Gobierno, ante los accionistas o socios, y así sucesivamente.
¨ La búsqueda del beneficio es el referente último de la empresa para sobrevivir. La actividad esencial de la empresa no se puede cambiar en un sistema de libre mercado. Primero, hay que se competitivo. Después, todo lo demás. Sino se tienen los suficientes beneficios, la empresa no puede funcionar, y la Responsabilidad Social tiene un coste que significa menos beneficios, lo que ante una gran competencia puede ser devastador para la empresa y como hemos dicho, los directivos de la empresa son responsables ante muchos colectivos que no le perdonarían que la empresa no funcione.
¨ La globalización conlleva enfrentarse simultáneamente a culturas, legislaciones y hábitos diversos que influyen en las actividades productivas y comerciales. Las compañías que actúan en un ámbito internacional intentarán, en principio, funcionar con los mismos estándares de conducta que en su país de origen. Pero eso no es siempre posible. Además de la relatividad ética, políticas y procedimientos pueden variar entre zonas geográficas. ¿Cómo establecer entonces la línea divisora entre lo posible y lo prohibido?

En estos momentos, lo que esta surgiendo, es la Responsabilidad Social desde un punto de vista pseudoetico, es hipócrita en cierta forma, a mí me interesa que los consumidores vean la imagen de mi empresa como la que reduce más las emisiones de CO2, la que tiene los coches que contaminen menos, etc., pero solamente lo hago porque esta imagen me permite vender más productos y más caro. Es más, en muchos casos, simplemente lo hacen para saber si ese producto se puede vender más caro, solamente diciendo que el café está producido mediante “comercio justo” aunque su coste no haya sido mayor. Todas estas ideas lo único que hacen es que la empresa pueda tener más beneficios.
Una par de ideas a debatir:
¿La responsabilidad social de las empresas? Seguro que queremos que las empresas sean las que ejerzan los servicios sociales. ¿Las vamos a dar también ese poder?
¿Por qué precisamente las empresas que más contaminan son las que en sus campañas de marketing, hacen más hincapié en que menos contaminan?
Pedro Javier Martínez López

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