lunes, 10 de noviembre de 2008

Práctica sobre accesibilidad y usabilidad referente a “Cuando la tecnología es una carrera de obstáculos”

La mayoría de la gente que no utiliza los últimos avances de las Tecnologías, es porque no le ven el suficiente servicio para lo que cuestan, y en el coste no solo incluyo el coste económico que también es importante sino también el coste que implica tener que aprender a utilizarlas.
Una persona de 50 o 70 años que vive tranquilo en una ciudad española pequeña, que se compra el periódico más o menos diariamente o incluso lo lee en una biblioteca, que ve los telediarios de la televisión corrientemente, que para ir al médico o para hacer la compra se acerca andando porque lo tiene todo muy cerca y las comunicaciones con sus seres queridos las realiza con el teléfono fijo o incluso con un móvil del que sabe utilizar los justos botones, y además, para realizar su trabajo no necesita el uso de las últimas tecnologías o está jubilado y ya no trabaja. Esta persona, en absoluto, va a encontrar la necesidad de gastarse el poco dinero que tiene en un superordenador y pagar la cuota de Internet, además de meterse en multitud de cursos para aprender a usar las últimas tecnologías. Para esta persona no va a tener ningún sentido, es un caso perdido para las nuevas tecnologías, por mucho marketing que incluya, muy sencillo se lo tienen que poner para que intente aprenderlo.
En esta vida, por mucho que nos intenten comer la cabeza con el servicio que nos darían miles de cachivaches, lo único que ansía la mayoría de los mortales es que les hagan la vida más sencilla, que no se la compliquen. Este es el sentido que sigue la informática de consumo desde hace mucho tiempo. La informática de consumo intenta que las personas que sí que vean un servicio en el uso de la informática, les sea fácil recurrir a ella. Recuerdo que antes de Windows, el sistema que se utilizaba era de comandos, eso sí que era difícil, al llegar las ventanas, se hizo mucho más intuitivo el uso del ordenador lo que hizo que llegara a mucha más gente.
Lo que produce es una especie de ruleta, las empresas y los programadores sacan al mercado los últimos avances informáticos en hardware y software, los compran primero los que están muy interesados en gastarse muchísimo dinero por tener lo último, luego van bajando su precio, y los van comprando otras personas poco a poco. Aunque solo se masificará aquellas utilidades que sean sencillas y que den un gran servicio. Entonces alguien se podría preguntar ¿por qué la industria de las nuevas tecnologías no solo se centra en aquellas utilidades que triunfarán? Porque sencillamente no sabe que cuales son las tecnologías que triunfarán, un claro ejemplo es el SMS, pensaban que nadie lo iba a utilizar.
Respecto a los cables, hay un caso mucho más sangrante que los ejemplos que expone el artículo, los cargadores de cualquier producto tecnológico, prácticamente todos lo tienen, los móviles, los portátiles, un cortador de pelos, etc. Y cada marca utiliza uno diferente, se puede juntar uno en casa con una quincena de ellos con mucha facilidad. La UE debería de obligar a todas las empresas a que se pongan de acuerdo en el uso de un solo tipo de cargador lo más ligero posible. La UE lo está intentando desde hace ya bastante tiempo pero las industrias no se ponen de acuerdo.
Por último, hablar de la dificultad que existe para conocer las verdaderas características de cualquier gadget tecnológico. Es imposible comparar entre prestaciones de portátiles, ordenadores o móviles sino te puedes meter en los foros de Internet. En las tiendas no te dan la información suficiente, en la mayoría de los casos. Incluso enterarse de cuales son las características más importantes que pueden diferenciar a los productos es complicado.
Publicado por Pedro Javier Martínez López.

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